El bautismo, donde uno es liberado del pecado y unido a Cristo a través del agua y el Espíritu Santo, es la entrada a la vida cristiana. Por el bautismo en Cristo, también estamos unidos a su Cuerpo, la Iglesia, la comunidad de quienes lo siguen.
El bautismo de infantes es el término para el bautismo de aquellos que aún no han alcanzado el uso de razón (presumido ser a los siete años). En el bautismo infantil, los padres eligen bautizar a su hijo y, por lo tanto, son ellos quienes deben estar preparados para el sacramento.
Los niños que tendrán siete años o más en el momento de su bautismo pueden tomar la decisión de bautizarse ellos mismos y pasar por la Orden de Iniciación Cristiana de Adultos, adaptada para niños.
Sí, la preparación para el bautismo es un requisito en la ley de la Iglesia. Los padres y padrinos deben ser conscientes del significado del sacramento y de las obligaciones que conlleva recibirlo. Un niño que es bautizado pasa a ser miembro de la Iglesia, con todos los derechos y responsabilidades que ello conlleva. Cada párroco tiene la responsabilidad de asegurarse que quienes sean bautizados vayan a ser educados en la fe católica, ya que el bautismo no puede ser revocado.
Los padres y padrinos que hayan terminado el componente catequético de la preparación para el bautismo infantil en los últimos tres años no necesitan hacerlo nuevamente para el bautismo de otro niño, a menos que los niños previamente bautizados no estén siendo criados en la fe.
Cuando los padres busquen el bautismo para sus hijos, habrá una entrevista inicial donde un ministro de la parroquia les hablará sobre su vida de fe, su relación con Cristo y la Iglesia, y por qué quieren bautizar a sus hijos. Si los padres deben criar a un hijo en la fe, ellos mismos necesitan ser evangelizados, para conocer la Buena Nueva de Jesucristo. Esta entrevista inicial ayudará a discernir el nivel de evangelización de los padres y qué tipo de preparación necesitarán.
Los padres y padrinos normalmente participarán en la preparación en su propia parroquia. Las parroquias pueden tener diferentes programas de preparación. No se trata simplemente de una sola “clase”, sino un proceso de profundizar la evangelización. Lo que se requiere exactamente depende de la vida de fe de los padres y padrinos. Algunos pueden necesitar un período más largo de preparación para aprender más acerca de los fundamentos de la fe antes de ser formados para el bautismo mismo.
Dado que la práctica del bautismo infantil depende de que los padres y padrinos transmitan la fe al niño, es necesario que haya una esperanza fundada de que el niño será criado en un hogar cristiano, la ‘iglesia domestica’, como católico. Si los padres no son católicos practicantes, será necesario discutir cómo se educará al niño en la fe católica antes de que pueda ocurrir el bautismo. Esto puede requerir retrasar el bautismo por un tiempo mientras los padres disciernen el papel de la fe católica en sus vidas.
Los padres tienen la obligación, según la ley de la Iglesia, de velar por que su hijo sea bautizado en las “primeras semanas” después del nacimiento (c. 867, §1). Por esta razón, normalmente deberían comenzar la preparación para el bautismo antes de que nazca el niño.
El bautismo normalmente debe tener lugar en la iglesia parroquial de los padres, ya sea donde viven o donde están registrados. Si desean bautizar al niño en otro lugar, deben obtener una carta de su párroco dando permiso. La preparación prebautismal debería realizarse igualmente en la parroquia de los padres. Los padrinos podrán recibir preparación en la parroquia de los padres o en la suya. Parte de ser católico es pertenecer a una comunidad parroquial
La legítima celebración del bautismo requiere el consentimiento de al menos uno de los padres, o en su ausencia, del guardián legal. Sin embargo, si los padres no son practicantes, si al menos uno de ellos da su consentimiento al bautismo, un abuelo, otro pariente o un padrino podrían dar fe de la educación católica del niño.
Si los padres conviven o tienen un matrimonio no reconocido por la Iglesia, el bautismo de un niño presenta una oportunidad para descubrir qué se puede hacer para remediar la situación. Un sacerdote, diácono o asistente del tribunal versado puede ayudar con el proceso.
Para bautizar a un niño, no es un requisito que los padres estén casados por la Iglesia (o que estén casados en absoluto). Sin embargo, si ambos padres no están dispuestos a encontrar una solución, esto puede ser un indicio que pesa en contra de la esperanza de que el niño sea criado como católico.
Ser padrino no es simplemente un honor otorgado por la familia, sino un papel asumido en la Iglesia. Los padrinos sirven como representantes de la familia espiritual más amplia de la Iglesia, como ayudantes de los padres en su deber de criar al niño en la fe y como testigos oficiales del bautismo. En el Ritual para el Bautismo de los Niños, se les pide profesar la fe de la Iglesia en la cual el niño es bautizado.
Debido a la naturaleza de este papel, la Iglesia tiene ciertos requisitos que los padrinos deben cumplir:
Dieciséis años de edad o más (se pueden hacer excepciones para alguien de tan solo catorce años).
Católico plenamente iniciado (recibió el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía).
Llevar una vida de fe conforme con la función de padrino. Esto incluye el requisito de que, si está casado, el padrino esté válidamente casado según la Iglesia Católica.
No ser los padres del niño.
Normalmente hay al menos un padrino. Puede haber un máximo de dos padrinos - un hombre y una mujer - que actúen como testigos oficiales y quienes están inscritos en el registro sacramental.
Un no católico bautizado puede servir como “Testigo Cristiano” junto con un padrino católico. Un cristiano oriental no católico puede servir como padrino junto con un padrino católico. No podrán servir como testigo cristiano un católico que no cumpla con los requisitos para ser padrino, ni alguien no católico que no esté válidamente bautizado.
Para obtener información más detallada, consulte el Directorio para el Bautismo de Niños: Preparación y Celebración, en el siguiente enlace: https://stocktondiocese.org/diocesan-liturgical-norms